jueves, 20 de octubre de 2016

Todos podemos soñar

Cuando soñamos muchas veces tendemos a dejar volar nuestra imaginación y dejarnos llevar por nuestros más anhelados deseos.
Si de sueños viviéramos, la vida como la conocemos no existiría.
Nuestra realidad esta no en que dejamos escapar nuestros sueños, sino en que nos aferramos a nuestra esperanza.
Todos nosotros queremos superar en cierto sentido el limite en el cual soñamos.
Si de sueños hablamos, el más común, el más deseado es el de volar. Desde pequeños queremos sentirnos libres como las aves, realizar cientos de piruetas en los cielos. Todos deseamos despegar nuestros pies de la tierra y volar tan lejos cómo el viento nos lleve.
Es un sueño que pasa de generación tras generación, el hombre ha hecho todo lo posible por alcanzarlo, ha ideado, inventado numerosos artefactos para llevar a cabo tal anhelo; pero, sin embargo, siente que ha alcanzado su meta.
Las aves vuelan sin más artefacto que sus propios músculos, el hombre por mas que se esfuerce nunca las va a poder igualar.
La existencia se basa en el simple hecho de vivir. La vida en existir. Nuestros deseos, nuestras metas están para hacer más placentera nuestra vida.
Todos quisiéramos superar cada obstáculo que se nos presenta, y podemos hacerlo. Con esfuerzo nuestras metas estarán ahí, a nuestras manos.
Soñar no es malo, lo que esta mal es no despertar de nuestra letargia

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