Hay palabras que duelen
Que llegan a este corazón.
Hay miradas que matan,
Que fusilan este amor.
Ya sabía que era así,
Lo difícil que es sentir y estar vivo;
Que no hay nada que nos haga caer,
Que las cosas solo suceden por casualidad.
No hay momentos dulces que me digan que fui feliz,
Recuerdos tristes habitan en mí ser,
Son como fantasmas que salen en la oscuridad,
Y que me recuerdan que soy solo un simple perdedor.
Cosas vienen cosas van,
Pero siempre queda algo para pensar;
Lugares que pasamos y que nos hacen recordar,
Que somos humanos y nuestro instinto es pecar.
Siempre quise estar ahí, en el momento indicado,
Quise tener las agallas de decir las cosas,
De no guardarlas en mi interior,
De no tener que esconderlas en mi cabeza.
Palabras de cosas que sentimos y creemos;
De momentos que pasamos tratando de lograr algo;
De cosas que vivimos y más tarde nos arrepentimos;
De lo que siento por ti y me da temor expresar.
Nunca fui el simple charlatán que todos conocemos,
Tuve dignidad para decir y hacer las cosas;
Llegue hasta lograr lo inesperado para una persona como yo;
Hasta que ocurrió lo que mas temía.
Suelo tener pesadillas, de esos momentos que vivimos;
Momentos en que mi imaginación volaba queriendo estar contigo;
Pero desperté; ¡la realidad!, nada mas sombrío pero a la vez tan bello;
Confuso y distante pero también hueco.
Vacíos que llenan este corazón amargo y traicionero,
Pero que me juzga como a cualquier pecador,
Que no hay nada tan importante como vivir,
Y de verdad ser feliz.
Mi vida es tan pareja y dispareja,
Con altibajos que quiebran cual escala,
Pero nunca trate de mejorar,
No; nunca lo pude hacer.
Agudizo mis sentidos tratando de encontrar ese ser que quiera estar a mi lado,
Buscando y buscando, pero no esta, ¡no aparece!.
De desdicha se llena mi corazón,
Aunque de esperanza cuando enloquece.
No quiero escribir un poema ni nada por el estilo,
Solo quiero tratar de sacar algo que siempre ha estado ahí,
Y que se burla cuando caigo,
Y que siempre me hace tropezar.
La vida, llena de rosas he aprendido a controlar,
Esparciendo de mi la felicidad,
Sacando de mi corazón la dignidad,
Y aceptando esta soledad.
No hay sentimientos que controlar,
No hay pensamientos que debatir,
No hay nadie a quien amar;
¿Pero donde estoy?, ¿no es esta mi imaginación?
Nuca llegue a ver por encima de tu ser,
Estuve menos distante que tu respiración, y no me viste,
No hubo lugar para mí en tu corazón.
Lo importante del asunto es que todo termino,
Bien para ti, mal para mí;
Pero que importa, que seas feliz y todo eso.
Que nunca más estaré ahí,
Y que nunca vivirás más en mí.
No hay momentos tan gratos como aquel en que te despediste de mí,
La locura invadió mi ser, me sentí verdaderamente culpable sin hacer nada; lo único que hice fue amarte, pero eso fue un grave error.
Agradecido estoy por esos momentos que me diste,
Momentos que no regresaran, y que tampoco buscare.
La luz ha empezado a renacer nuevamente,
Palabras vanas surcan otra vez en mi interior,
Palabras que esperan ser escuchadas por ese ser tan especial,
Pero de nuevo, mi terrible condición.
Sobre ti escribiré mil y un versos,
Te describiré con las más poéticas formas,
Haré de ti una nueva musa,
Pero por mi temor nunca lo sabrás.
Cobardemente me eche para atrás,
Tratando de ocultar lo que no podía,
Buscando una excusa para no verte a los ojos
Ojos que sueño mirar todas las noches.
Tiempos que corren como un súbito despertar,
Que nunca volverán, que se fueron sin decir adiós;
Que tratamos de imitar pero jamás regresaran,
Solo quedan recuerdos tales como cenizas,
Que después de una terrible tempestad,
Después de un terrible incendio,
Se pasean sin más remedio que verlos aparecer.
Ingratas y vanas palabras se me ocurren al pensar en esos momentos,
Tan lejos de mí que no los logro ver,
Pero que siempre esta allí.
Aun recuerdo aquellos momentos en que de niño,
Por cada cosa que hacia, todo era malo;
Que nunca me dieron la seguridad para hacerlo todo bien,
Errores que cometemos y que son mal pagados.
Que solía saltar y correr con miedo a ser descubierto,
Que mi único amigo fue el castigo,
Siempre estaba ahí, dispuesto a acompañarme,
Tan vació y tan sombrío pero a la vez cálido y placentero.
Que mi único deseo era ser un chico normal,
Pero que solo tenía muestras de una verdadera niñez.
Que importa, ya todo paso,
Crecí con temor, y he vivido en temor,
Pero ¿Quién no ha cometido errores?
Yo los he cometido y muchos,
Algunos tan grandes que no quiero ni mencionarlos;
Pero que siempre me hacen recordar mi terrible condición.
El perdón viene con obras,
El arrepentimiento no es algo que solo se dice,
Es algo que se demuestra,
Tú lo has demostrado, y por eso más que perdonarte,
Soy yo el que te pide perdón a ti.
Perdón por venir cuando no me esperabas,
Perdón por no ayudarte en esos momentos de angustia,
Perdón por hacerte llorar en infinidad de veces,
Perdón por no valorarte cuando debí hacerlo.
Solo quisiera vivir y poder decir que todo se ha hecho bien,
Decir que no he cometido errores en el día de hoy
(Muchos cometo a cada instante),
Mirarte y decirte que te amo,
Saber que sientes lo mismo;
Luchar por cosas justas,
Y no tropezar para luego caer de nuevo.
La vida tiene sus arranques,
Sus locuras, sus cosas malas y buenas,
Pero tenemos que aprender a vivir con ellas,
Porque así demostraremos ser cada día que pase mejores personas.
No hay momentos tan especiales como el sentirse acompañado,
Compañía que viene de muchas y muy diversas maneras,
Agradecido estoy por ello mis amigos
Que siempre han estado ahí,
Dispuestos a ayudarme,
Y mas agradecido a mi madre,
Por ser tu la que me ha llevado firmemente por este camino.
Se que al escribir estas palabras derrame algunas lágrimas,
Y derramare algunas más al leerlo nuevamente,
Pero lo siento;
Así lo hice,
Así lo escribí,
Así quedo,
Así esta
Y no lo cambiare.
Blog dedicado a temas tan generales pero tan interesantes como la lectura y los deportes. Dos cosas que nos apasionan a muchos.
miércoles, 7 de septiembre de 2016
Memorias de un perdedor
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